Experiencia II(II Bimestre)

El día 6 de Julio del 2019 fui a el hospital geriátrico San José de la Policía Nacional del Perú con un grupo de amigos y algunas chicas de 5to de secundaria . Me levanté a las 8 de la mañana para llegar temprano, en el hospital ya nos estaban esperando el profesor Renzo Herrera y Rafael Lezama también nos acompañaron.

La mamá de uno de nuestros compañeros era la encargada de distribuirnos al rededor del hospital , nos asignó a un adulto mayor por cada cuatro alumnos, primero nos contaba un poco sobre la señora o señor que atenderíamos. Nuestra señora se llamaba Ana Grillo y nos contó que tenía 7 hijos ,al comienzo fue difícil conversar con ella porque realidad ella tenía alucinaciones con serpientes que le ponían los enfermeros y empezaba a gritar, el problema es que no habían serpientes ni tampoco enfermeros cuando ella tenía estas alucinaciones.
Yo fui el primero en conversar con ella, mi abuelo había estado en un asilo en sus últimos días y sabía cómo platicar con los ancianos y poder conversar con ellos sin entrar en pánico ante sus diferentes problemas ( si se ponían a gritar o a exaltarse en medio de la conversación) . Le comenté cosas básicas para que no se sienta nerviosa y se sentía muy feliz por tener compañía y poder contarnos su experiencia en el hospital . Ella quería irse del hospital e ir a su casa porque nos contaba que se sentía en un estado óptimo y se sentía bien mentalmente. Lamentablemente Ana tenía un problema en su pierna que le hacía imposible poder caminar, así que su estadía en el hospital sería más larga de lo que esperaba. Ella era el caso más fuerte que había en el hospital por lo que nos habían comentado los enfermeros y doctores del área donde Ana se encontraba. Nos asignaron la tarea de tranquilizar a la señora ya que cuando entramos ella estaba gritando al enfermero que le estaba acomodando en la cama. Ella al comienzo nos quería fuera de su habitación porque no quería recibir visitas , pero al final logramos que se calme y no quería que nos fuéramos porque según ella necesitaba una compañía como la de nostros para sentirse tranquila. Pero cuando nos fuimos la señora empezó a gritar y a tener esa actitud negativa. Ahí nos dimos cuenta que a pesar que ayudamos y acompañamos a la señora Ana,su enfermedad mental era tan fuerte que daba pena ver como no había solución ,la mayoría de los enfermeros y enfermeras trataban de ignorarla y ayudarla lo más rápido posible para que la señora no empiece a gritar o desesperarse,por eso ella estaba amarrada con pitas para que no genere movimientos bruscos y no se autolesione. La verdad dejarla de esa manera me dolió mucho porque dejarla ahí (en ese estado mental) y sin poder hacer nada al respecto no me daba la satisfacción total que una experiencia como estas me daría. Nos dieron una misión y la cumplimos , pero al no tener cura escapaba de nuestras manos el poder hacer que ya no tuviera esos cuadros de ira o tristeza. Me sentí satisfecho por poder calmarla y poder conocerla más a profundidad tal y como lo haría un enfermero que trabaja ahí. El impacto que Ana causó en mí fue muy grande porque me hizo reflexionar lo miserable que puede ser la vida de un adulto mayor si no tiene la compañía adecuada y no pueda encontrar la tranquilidad o felicidad que todos buscamos a lo largo de toda nuestra vida.
OA7: Esta experiencia me ayudó a reflexionar lo difícil que es el labor de un doctor o enfermero cuando se encuentran con esta realidad y lo impactante que debe ser tratar con personas de edades avanzadas . Casos muy fuertes que no cualquier tipo de persona puede afrontar y sobre todo hacer algo al respecto. Creo que me ayudó a darme cuenta que debo de prepararme para un futuro cuando me toque lidiar casos parecidos o más fuertes y saber superarlos. Esta población ( adultos mayores) necesita ser tratada de una forma muy cuidadosa porque normalmente no pueden realizar actividades por algunas limitaciones físicas que ellos tengan.
La forma en cómo los tratamos y nos relacionemos con ellos afectará en la forma de su comportamiento hacia nosotros y por eso debemos de ser empáticos además de saber comprender su situación , es una etapa muy delicada porque esta e es la última etapa en la vida del ser humano y tener que luchar no solo con la vejez sino que también con enfermedades que se pueden complicar por la edad que tienen hace que sea de suma importancia saber llegar a ellos y cuidarlos de la manera más empática pero sobre todo responsable.


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